lunes, 14 de septiembre de 2009



Los años pesan mas que las papas. El corazón se agita y se turba cuando uno se mira al espejo y no ve el mismo cuerpo, la misma piel, el mismo pelo. Es, en si, un inútil suspiro a gritos que ya no sirve para nada. Los años se agolpan y se retuercen en las entrañas de todos apara darnos consuelo. La mente se vuelve aun mas agria y difusa, es como un paisaje al óleo fresco que alguienle pasa la mano y lo desbarata. Dios es vuelve íntimo y preciso para confidente eterno. Uno ha aprendido a callarse y a sentir a solas lo que esconde.
El miedo ya no se calla entre las sábanas como cuando era joven. La lengua ya no hace cerrar los ojos cuando pruebas y saboreas. Los dientes te duelen y las encías te dicen tus pecados en el espejo.
He tenido mucha suerte de llegar hasta este día, creo que vivir es formidable y que la vida no me debe, le debo las sonrisas.
He sentido la nostalgia por mi madre y de la hija que juntas se empalagan en los besos y se abrazan, se resguñan, o se muerden y se arrancan.
Cada vez que miro atrás no siento nada.Cuando la soledad me llega, pocas veces,pienso asi en los caminos que me faltan, pero siempre me interrumpen los motivos,el esposo, el hijo compañero,el hijo que aunque lejano, amoroso y permanente.
Ya no me fijo en los costos...soy clienta del desempleo,y lo igual me da 20 que 500.Porque he sabido que la espera no nos da ni una respuesta, que el no hacer , no trabajar me ha llenado de canas y dolencias. Tengo azucar en mi sangre, y deramo miel cuando yo lloro.Porque quizá amanecí hoy sin ganas de vivir, sin ganas de tener, sin ganas de ser, sin ganas de hacer.

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